Rivera for president

Son pocas las ocasiones en que escuchar a un político es sinónimo de disfrutar. Disfruté a menudo escuchando a Esperanza Aguirre y suelo disfrutar con Rosa Díez, especialmente si usa el tono bajo y calmado. Hay políticos que tienen o tuvieron sus momentos brillantes, dándome una ración de calidad y claridad sin concesiones a la galería, sin gazapos demagógicos,... (ahora pensaba en Anguita, pero habría alguno más, da lo mismo, paso a otro párrafo).

Albert Rivera, catalán como yo, político democrático donde no los hay, forzado a trabajar en tierra extraña en su casa, me seduce siempre que habla. Encima suelo estar de acuerdo con él, que no es lo mismo; disfrutar escuchando a alguien no conlleva forzosamente creer en las mismas cosas. O así debería ser. O, para explicarme mejor; si el que habla respeta ciertas cosas y respeta a los que le escuchan ya es fácil que sea un placer escucharle.
Desgraciadamente nuestros políticos no respetan nada - casi nada; porque están el partido, su jefe, el sillón, la pasta,... - y ni se respetan a si mismos (sus palabras y actos de ayer mismo).
Definitivamente, lo normal cuando escuchas a un político son las nauseas. Te marchas o cambias de canal o cierras el periódico.

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No conozco las razones por las que UPyD y C's no son un solo partido y, sinceramente, prefiero no saberlo. Pero el hecho es que eso nos iría bien a los españoles sin carnet de forofo, que unieran fuerzas y aumentaran así las posibilidades de vencer a la Dictadura, que ya ni disimula sus verdaderas y únicas pretensiones; permanecer ahí - cada franquicia con su mensajito y con su parcelita - para seguir trincando de los impuestos.

Yo les rogaría a los responsables de esos dos partidos que sacrificaran todo lo demás, para poner PRIMERO y sobre cualquier otra cosa a España y a los españoles, a TODOS los españoles; porque detrás vienen nuestros hijos. Los hijos de las dos Españas, los hijos de las 1.000 Españas, van a comerse lo que estamos guisando. Y ya hace tiempo que huele a quemado.

Iré más lejos ya que he empezado a pedir. Le pediría a Rosa10 que se sacrificara aún más de lo que viene haciendo, estos últimos seis años, por su país:

"Estimada Rosa Díez, haz lo posible por fundir a UPyD con C's, pon lo que haga falta para unir a vosotros tantas fuerzas que ahora están fuera de juego, ausentes de la práctica política por diversas razones. 

En un penúltimo sacrificio, Rosa (perdóname); VETE. Pasa a un segundo plano, trabaja en la trastienda y deja a otros el protagonismo y las cámaras. Este es un mundo cruel e imperfecto. Muy imperfecto y, sobretodo, ingrato. Tú, que has protagonizado el nacimiento y el éxito del movimiento magenta, eres ahora el freno para ese deseable y necesario apoyo mayoritario definitivo. Demasiada gente de este país quiere ver un solo saco donde meteros a todos, demasiado resentido hay porque estuviste en el PSOE... o porque te fuiste. 

Una cosa sí sabéis los políticos profesionales de toda la vida: que en los votos hay mucho de visceral y apenas de meditado".