Cuando veas un jardín maravilloso felicita al jardinero, pero no dejes de buscar al amo del lugar para agradecerle haberlo hecho posible.
Cuando un jardín te resulte triste y abandonado consuela al jardinero y aléjate del amo del lugar.

sábado, 9 de marzo de 2013

JUECES DE ESPAÑA

Con solo los dos casos que traigo ya basta ¿no?. Nuestros jueces y sus sentencias nos recuerdan esas escenas pretéritas de otros países y otros momentos de la historia. La historia de los juicios y jueces infames, títeres en representaciones con alguna o ninguna apariencia de estar haciendo justicia. 

Hablábamos recientemente de como NO actuar en caso de ser atracado, que invadan tu propiedad o agredan a los tuyos. Que la Justicia irá a por ti si te has defendido o has defendido lo tuyo. Que además de tener unas leyes/basura - con unos textos que parecen estar bromeando - tenemos Jueces y magistrados con ideas propias. Ideas propias a la hora de aplicar la ley, que eso es lo malo, no que tengan ideas propias.

Leyes para quedar bien con alguien, sentencias para agradar al público. Eso es lo que hay. Cuando no es simple y llanamente acatar las órdenes de arriba ("Exprópiese", que diría el otro, "Condénese" o "Absuélvase" o "No hay caso", etc. en los móviles togados hispanos).

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Luego, debajo, algo sobre los otros juicios. Los de Telediario.
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Violencia de “género”, la mentira más grande jamás contada

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Empecemos mostrando una “joya de la jurisprudencia”: “Los hechos han quedado acreditados por la declaración de la denunciante, por lo que a pesar de las manifestaciones que hace el denunciado, de no encontrarse en Valencia cuando ocurrieron los hechos, resulta más convincente la declaración de la denunciante, la cual es totalmente coherente con la declaración en el Juzgado y en la Comisaría. Así mismo, no existe razón para interponer la denuncia si los hechos no hubieran ocurrido”. Sentencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, número 3 de Valencia, de 11 de febrero de 2013, mediante la cual se condena al denunciado a cuatro días de arresto domiciliario (cuatro días de “localización permanente”, según la jerga judicial) como autor de “una falta de vejaciones injustas” (hemos de suponer que al entender de la magistrada-juez, existen “vejaciones justas”)
Una de las conclusiones que se sacan tras la lectura del texto es que, quienes han tenido la triste suerte de nacer con pene, en España, son ciudadanos de segunda categoría, a los que se les aplica por sistema la “presunción de culpabilidad”.
En segundo lugar, en la “argumentación de la magistrada-juez” (fundamentos de derecho lo llaman, gracioso y perverso eufemismo…) subyace la idea de que las mujeres nunca mienten, pues: ¿Qué razón habría para que una mujer denuncie a un hombre, si los hechos denunciados no fueran ciertos?
Al entender de la señora magistrada-juez, las mujeres nunca denuncian falsamente… la mendacidad, como el coñac Soberano, es cosa exclusiva de los hombres. Las mujeres –ese es el mensaje implícito en las argumentaciones de la magistrada- siempre dicen la verdad, y por tanto es absolutamente impensable que denuncien a su esposo, novio, compañero, falsamente, con intención de causarle algún daño, o cosas parecidas.
Insisto, eso de los embustes es cosa de la condición masculina (¡Ojo! éste no es un caso excepcional, marginal, es la práctica diaria en los juzgados conocidos como “de violencia de género”, es más así lo ordena la jurisprudencia del Tribunal Supremo).
Y lo más perverso: en caso de discrepancias entre la versión de un hombre y una mujer, siempre se darán por veraces las palabras de la denunciante, por ser lo dicho ante la juez, coincidente con lo manifestado anteriormente en la Comisaría de Policía. La magistral-juez lo denomina “coherencia”.
Dice su señoría que “pese a lo manifestado por el denunciado, le resulta más convincente lo dicho por la denunciante”. La pregunta obligada es ¿Por qué?
La única conclusión a la que uno puede llegar es que estas señoras jueces, y sus colegas varones, tienen dotes de adivinación que les permiten viajar en el tiempo y comprobar lo realmente sucedido en el lugar y en el momento, descrito por una mujer que denuncia a su compañero, por haberle infligido –supuestamente- alguna clase de maltrato, de las que se prevé en la denominada “ley integral contra la violencia de género”.
El repertorio de acciones masculinas calificables como “violencia de género” incluye desde proferir palabras soeces o malsonantes, tales como “vete a la mierda”, “que te follen”; o expeler una ventosidad, zarandear a una mujer, empujarla… hasta ejercer violencia física, puntualmente, o de manera ocasional, o el “cajón de sastre” donde todo cabe, y que nombran como “violencia psíquica” (lo común es que lo llamen violencia “psicológica”, que se supone que debería significar la “violencia que ejercen los psicólogos”).
Pero, como comprenderán, lo que cuente una mujer ante el Juez, la Policía, o la Guardia Civil, dependerá del daño que pretenda infligirle a su compañero, o lo que le haya aconsejado su abogado que cuente… Da igual si es o no verdad, pues siempre –salvo honrosas excepciones- se encontrará con una juez, o un juez que dé por ciertas sus afirmaciones y considere inciertas las del denunciado. Otras veces contará con el apoyo entusiasta del Equipo Técnico Psicosocial adscrito a los juzgados de violencia de género, que certificarán que posee todos los rasgos de mujer maltratada, y su compañero de un cruel abusador… y si no, todavía queda la valiosa colaboración –también entusiasta- de algún médico, o médico forense.
Otro factor que debe tenerse en cuenta, ingrediente necesario en esta enorme tragicomedia, es la intervención de los “abogados del turno de oficio de género”, algunos de los cuales harán todo lo posible por convencer al denunciado de que firme una sentencia “de conformidad”, por sugerencia de la fiscalía, si quiere salir de aquello que llaman “palacio de justicia” cuanto antes, y con una sanción leve, pues está perdido irremediablemente, diga lo que diga… Lo cual suele ocurrir en múltiples ocasiones, pues ya ha habido antes otro ingrediente, de especial importancia: cuando un hombre es denunciado por supuestos malos tratos a su compañera, es detenido y encarcelado en los calabozos de la Guardia Civil, o de la Policía, saltándose todas las normas legales, tales como el derecho al “recurso de habeas corpus”; y si la detención se efectúa el viernes, es seguro que el hombre pasará todo el fin de semana en el calabozo, y será puesto a disposición del juez (en algunos casos ni eso) el lunes siguiente. En esos casos, hacer que el detenido firme lo que se le ponga por delante, y se declare culpable de un delito que no ha cometido, está “chupado”. Por supuesto, los abogados canallas (que haberlos haylos) normalmente tienen un lapsus de memoria y no le cuentan al denunciado que al firmar la sentencia “de conformidad” renuncian a cualquier posibilidad de recurso.
Y algunos se preguntarán: ¿Qué ocurre en los casos en los que los embustes son de tal magnitud que, la falsaria se contradice y se sale de ojo? Pues muy sencillo, para evitar que el perjudicado pueda reclamar alguna compensación, la juez, o el juez de turno decretarán su absolución “por falta de pruebas”, que no es lo mismo que declararlo inocente.
En todos los Juzgados de Violencia de “Género” se considera que las denuncias de una mujer -o de un menor- por malos tratos o abusos siempre son veraces. Según “los expertos” ninguna mujer ni ningún niño miente en estos casos. Y quien piense lo contrario es que se está dejando llevar por vicios o estereotipos machistas y patriarcales. Es mas, no creer a la mujer o al menor es “revictimizarlos”.
Cuesta creer que gente seria e instruida pueda manifestar semejantes insensateces. Pero lo peor de todo es que muchísima gente, temerosa de la versión oficial, “canónica”, políticamente correcta, lo ha acabado creyendo o diciendo que lo cree.
Es relativamente frecuente que los jueces, atemorizados por la perspectiva “canónica” y por el enorme poder de sus acólitos, el feminismo de género, también nombrado como “feminazismo”, dicten de forma especialmente precipitada medidas cautelares, impidiendo al supuesto padre abusador o maltratador el contacto con su hijo o hija (en algunos juzgados se llega a conceder el cien por cien de las peticiones de órdenes de alejamiento para supuestos esposos maltratadores) A riesgo, claro está, de que posteriormente se descubra que el alejamiento era injusto y que éste era el propósito de la madre denunciante.
Ocurre, desgraciadamente, que meses o años de incomunicación desembocan en rupturas de los lazos entre padres e hijos o alejamientos de por vida… La parentectomía está servida:
- Por lo general al padre no se le suele escuchar nunca. Los “expertos” ya lo han condenado anticipadamente.
- Las sentencias nunca son enmendables, la versión “canónica” sostiene que los maltratadores nunca confiesan culpa alguna, y que cuando lo hacen y muestran arrepentimiento siempre mienten… Si confiesa es un maltratador, si no también, pues está mintiendo…
- Si el padre tiene “mala fama” en otros ámbitos de su vida cotidiana (trabajo, ocio, familia de origen, etc.) ello corrobora la denuncia. Y si no también, pues la versión canónica dice que los maltratadores suelen ser “buenos ciudadanos y aparentemente gente corriente”.
Se están contradiciendo principios básicos del derecho civil y penal, se está conculcando el derecho constitucional a la presunción de inocencia, se está denegando a un alto porcentaje de la población –la mitad exactamente- el derecho a un juicio justo.
Hay que sospechar, o algo más que sospechar, que hay demasiados inocentes presos, hijos huérfanos, etc. por causa de la “ideología de género”.
Las secuelas de la “Ley Integral contra la Violencia de Género” son tan destructivas como para que, afortunadamente se estén levantando voces de personas suficientemente lúcidas y experimentadas pidiendo sensatez y cordura en este ámbito, para que se derogue tan perversa ley antihombre, y antifamilias, y para que se aborden todas las formas de violencia intrafamiliar: de hombre a mujer, de mujer a hombre, de padres a hijos, de hijos a padres, e incluso de nietos a abuelos… Esto sería posible si se deja a un lado la instrumentalización política y el exhibicionismo actuales…
Gran cantidad de denuncias por malos tratos (de toda clase) “curiosamente” salen frecuentemente de algunos despachos de abogados y abogadas muy relacionados con la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Mujeres Progresista y “asociaciones de mujeres” similares, y también íntimamente relacionadas con las “casas de la mujer”.
Diversos estudios relativamente recientes llegan a la conclusión, desalentadora sin duda, de que alrededor del 40% de los jóvenes considera que mentir es lícito, y además necesario para tener éxito en la vida…
Según esos mismos estudios, ocho de cada diez adolescentes encuestados consideran que están recibiendo una formación en valores éticos adecuada para su futura incorporación al mercado profesional e integración social. Y el 54% de los adolescentes consultados cita a sus padres como los principales modelos a seguir, mientras que el resto de encuestados cita a amigos e incluso afirman no tener ningún modelo de referencia.
Como es bien sabido, la mentira o la falsedad son lo contrario de la verdad, de lo cierto, de lo real. Las personas mentirosas son las que tienen por costumbre decir falsedades o medias verdades a propósito, por necesidad o con motivo o sin ellos, o por puro placer.
La mentira no discrimina por razón de edad, de sexo, de raza, formación académica, o cualquier otra circunstancia personal, la practican los niños, los adultos, los hombres y las mujeres, los universitarios y los ignorantes, los padres o los hijos, los amantes o los esposos, los ricos, los pobres…
La mentira está presente en cualquier lugar, en cualquier contexto: en las relaciones familiares, entre amigos, en las relaciones de pareja, en el trabajo, en la investigación científica, en la política, en la administración de justicia,… en cualquier momento y lugar, allí donde haya gente.
¿Es realmente creíble, por más que el Consejo General del Poder Judicial, el lobby feminazi y algunos grupos políticos lo afirmen, que no existen denuncias falsas por maltrato?







  • La Justicia ejemplarizante no es Justicia: es un linchamiento. Que el juez diga en su auto que con su decisión pretende «intimidar» a futuros e hipotéticos delincuentes es un escándalo. Ni la vida del empresario Fidel Pallerols, ni la de nadie, se puede utilizar para la intimidación o el escarmiento de los demás, y son las leyes -y no el momento político o la alarma social- las que tienen que condenar o salvar a un hombre.
    Si dejamos la noción de la justicia y la mesura del castigo en manos de la aclamación popular, y de la multitud siempre sedienta de circo y sangre, todos acabaremos pasando por la cárcel más temprano que tarde, porque la masa amontonada se escandaliza por cualquier cosa y cualquier logro individual y ajeno lo toma como un escarnio.
    Que el empresario Pallerols haya tardado 14 años en ser juzgado es lo que debería producirnos alarma y escándalo, y que el juez se sume al run-rún de la calle es un insulto a la Justicia, a cualquier garantía procesal, y un ataque en toda regla a la línea de flotación de la democracia.
    Las sentencias tienen que ser ejemplarizantes en ellas mismas y tienen que basarse en los hechos objetivos y en la ley; no en el capricho ideológico del juez ni mucho menos en la dirección que aquel día corra la turba envalentonada. La alarma social es casi siempre un pretexto del resentimiento social, y no hay nada más alejado de la Justicia, ni de la democracia, ni de las garantías más elementales, que el odio con que el deslumbrante ejército de los fracasados quiere redimir su incompetencia y su culpa linchando a los demás.
    La democracia es importante, las leyes son importantes y la vida y la libertad y las garantías de cada cual son importantes, fundamentales, y el orden y su mantenimiento se basan en la seguridad de que serán escrupulosamente respetadas. El día que un juez tenga que juzgarme, que me juzgue. Y que me juzgue con la ley, y no con lo que en aquel momento se comente en el barrio. Mientras tanto, no tiene que escarmentarme por nada, ni mucho menos intimidarme.
    La Justicia no puede ser como las cartas de los restaurantes, que cambian según la temporada. El empresario Pallerols ha tenido que esperar 14 años a ser juzgado, ha devuelto el dinero que se supone que fue desviado, y llegó a un acuerdo con el fiscal que resultó interesante para las dos partes. Que el asunto presentara implicaciones políticas no le tiene por qué perjudicar exactamente por el mismo motivo que no tendría que beneficiarle.
    ¿Qué estará de moda mañana? ¿A quién tendremos que escarmentar? Con autos como el que manda a Fidel Pallerols a la cárcel nadie te puede asegurar que tu actividad, hoy perfectamente lícita y bien vista, no vaya a crear mañana alarma social a cualquier grupo de exaltados y te encuentres con un juez social y solidario que quiera intimidarnos metiéndote en la cárcel.
    Incluso la corrupción política es mucho más saludable y sin duda preferible a un juez que nos quiera intimidar y que ceda a la demagogia de la alarma social para justificar sus decisiones. Sin negar que la corrupción sea un problema, lo son mucho más la lentitud de la justicia y los jueces alarmados, y no por ello vamos a asaltar los palacios de la justicia hasta meterles en la cárcel.

  • http://e-pesimo.blogspot.com.es/2013/03/firmas-david-gistau-pg-cuartango-s.html






  • (Sobre los juicios de telediario):


    Escándalos que no escandalizan a casi nadie

    8 de marzo de 2013
    Será porque determinados escándalos tienen más tirón que otros, o porque hay cuestiones muy urgentes, o por vaya usted a saber qué gustos personales de los jefes de redacción, pero lo cierto es que hay determinadas noticias que tienden a pasar moderadamente desapercibidas en el debate público y en los medios. Esta semana ha habido algunos ejemplos muy reveladores:

    Noruega ha expulsado a la cúpula de ETA. Por supuesto, la pregunta es por qué el país escandinavo no los detuvo. ¿Cursó el gobierno español la debida orden de captura? ¿Exigió al gobierno noruego que detuviera a los terroristas? ¿Dónde están ahora Josu Ternera y sus secuaces? ¿Lo sabe el ministro de Interior? ¿Va a hacer algo? La expulsión de los terroristas es un escándalo mayúsculo que, como señaló Rosa Díez en una conferencia el pasado miércoles, no parece escandalizar a casi nadie.

    Esta semana, Ángel Carromero ha explicado que la versión dada por Cuba de la muerte de Oswaldo Payá es simple y llanamente falsa. Por tanto, todo apunta a que fue un asesinato político (dos, también mataron a Harold Cepero). Irene Lozano ha preguntado al Gobierno en nombre de UPyD cómo se toma las revelaciones de Carromero y qué va a hacer al respecto. El ministro de Exteriores se dedica, mientras tanto, a desacreditar a Carromero.

    El Gobierno ha revelado que Izquierda Unida tiene importantes deudas con las Administraciones. Esto es en sí mismo un escándalo que sí ha llamado la atención de los medios y ha servido para poner de manifiesto la proverbial hipocresía de este chavismo asalta-supermercados que tanto nos entretiene. Pero está tapando otro asunto mucho más relevante:¿pagó el Gobierno a IU sus subvenciones? Porque con la ley en la mano no puede. La actitud deCristóbal Montoro está siendo últimamente de lo más bolivariana. Usa la información que tiene para lanzar acusaciones genéricas contra colectivos (actores, tertulianos, partidos...), que ocasionalmente accede a concretar (como en el caso de IU). Lo que nunca concreta es su propia responsabilidad. ¿Ha abonado el Gobierno a IU las subvenciones aún sabiendo que debían dinero al erario público?

    También se ha sabido esta semana que el PSOE pagó una casa a José Blanco con dinero de subvenciones destinadas a seguridad. De hecho, ésta ha sido la excusa socialista: que había que proteger al entonces ministro. El diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán ha tenido que recordar que la partida que el Estado da a los partidos políticos para seguridad tiene unos destinos claramente establecidos, y en ningún caso se puede utilizar para obras en viviendasparticulares.

    Navarra, quizás por ser una Comunidad pequeña, no suele alcanzar las portadas. Pero la magnitud de sus escándalos es comparable con Cataluña, Andalucía o Madrid. Esta semana, el fiscal ha recomendado que se investiguen los hechos denunciados por UPyD respecto a Banca Cívica (formada por la antigua Caja de Navarra y por otras). UPyD afirma que los consejeros falsearon las cuentas para la salida a bolsa. La Fiscalía le ha prestado crédito.

    Curiosamente, se ha sabido también que el expresidente navarro Miguel Sanz y la actual presidenta Yolanda Barcina (ambos de UPN, la marca local del PP) ejercieron como asesores de la CAN y cobraban cantidades astronómicas por reuniones de una hora (2.600 euros Sanz y 1.700 Barcina). Por entonces, el primero era presidente de la Comunidad Foral y la segunda alcaldesa de Pamplona. Banca Cívica tuvo que recibir 1.000 millones del FROB cuando salió a bolsa, luego se desplomó su valor y finalmente fue absorbida por CaixabankNo parece que los informes de Sanz & Barcina Asesores sirvieran para garantizar la viabilidad de la entidad.

    Barcina ha justificado el cobro de las suculentas dietas porque "tradicionalmente todos los presidentes desde la democracia y consejeros del Gobierno de Navarra" hasta principio de este siglo "han cobrado siempre de la CAN. Era una forma de complementar los sueldos y era público".Cuando no se sabe cómo justificar un privilegio, se recurre a la tradición. Es lo único que son capaces de argumentar los partidarios de los conciertos vasco y navarro.

    Y una justificación similar usan todos los partidos (porque en este asunto son todos) cuando UPyD denuncia el arreglo entre Hacienda y Navarra para que la Comunidad Foral se quede con el IVA de unos vehículos fabricados allí que no le corresponde. Un acuerdo que ahora será investigado por la Audiencia Nacional tras las acciones legales emprendidas por el partido magenta.

    Las turbiedades de Bárcenas o el brillo de Corinna no deberían ocultar estos otros escándalos, porque no son menores. Nada relacionado con el terrorismo es menor. Nada relacionado con un asesinato político es menor. Los arreglos de los partidos entre ellos, el mangoneo de las cajas de ahorros, la nula ejemplaridad de nuestros cargos públicos, los enjuagues opacos entre administraciones... nada de esto es menor. De hecho, todos los escándalos juntos nos ofrecen la foto completa de dónde estamos. Lo cual es imprescindible para salir.



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