Cuáles serán los detalles del desenlace está por ver. De lo que nadie puede albergar ya ninguna duda es de que acabará mal. O muy mal o pésimo.
Ningún proyecto de futuro a la vista, nada que encienda una luz de esperanza, nadie fiable de entre los que podrían decidir o inclinar fundamentales balanzas.
Asusta observar a la subyugada masa, dócil - cuando no cómplice - ante la burlona tiranía de los peores.
Asusta eso más que si estuviera la turba en las calles, diciendo basta de los modos que solían hacer las turbas.
Porque eso da miedo pero sería lo natural.
Cómo se ha llegado hasta aquí es algo que incluso ya ni importa.
Qué más da de qué me muero si ya no hay remedio.
Qué me importa ahora saber si me podía haber curado con otros médicos y con otros tratamientos.
Hace poco, después de ver unas fotos de unos lugares, supuestos paraísos que siempre se quedaron en supuestos, escribí como comentario: ¿Convencerá la realidad a la gente o será la gente la que convencerá a la realidad?. Porque esa parece ser la intención mayoritaria, forzar a la realidad a que cambie porque así lo quiere la gente.
"La imaginación al poder" no era eso. La realidad y la sociedad no son la misma cosa.
(No me muero ni estoy enfermo ni nada ¿eh?. Solo escribo torcido :P )
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