Cuando veas un jardín maravilloso felicita al jardinero, pero no dejes de buscar al amo del lugar para agradecerle haberlo hecho posible.
Cuando un jardín te resulte triste y abandonado consuela al jardinero y aléjate del amo del lugar.

miércoles, 26 de junio de 2013

La Generación De La Soberbia


Estúpida generación la mía... y por nuestra culpa; benditas generaciones las que vinieron luego.

Observo mi vida pasada y veo en ella reflejada a toda mi generación. Nuestros padres no sabían nada, daba igual lo que habían hecho y lo que habían conseguido, en qué condiciones nos levantaron hasta una posición cómoda - demasiado cómoda - que nos permitió vivir en la seguridad, en esa paz y en esa tranquilidad a partir de la cual el hombre va mutando en parásito, sin ni siquiera enterarse.

Lo interesante de esta reflexión y lo importante de esas tardías revelaciones no soy yo, ni es mi familia, ni es mi patrimonio heredado echado a perder. Lo fundamental es que ESO fue y ha sido lo generalizado, lo común al común de Esta Gran Nueva Sociedad del siglo XXI.
(Siglo XXI, tíos. No siglo XX ni XII ni antes de Cristo; ¡somos siglo XXI!, no puede haber nada mejor antes de esto).

Podemos ver esa estupidez y esa soberbia en la generación de los 60 y su repercusión en las generaciones siguientes.
Soberbia y estupidez que se refleja en todo; no hay nada anterior a nosotros digno de ser respetado; si nuestros padres no sabían nada, menos podían saber nuestros antepasados, tan atrasados ellos, tan sin estudios (esto tendría mucha gracia si no fuera tan deprimente), tan de siglos pasados.

La Historia nos habría enseñado muchas cosas, pero no nos interesa saber nada de los que nada sabían. La Historia nos diría que, por ejemplo, nunca fue la lengua la que se impuso a las personas sino al revés.
Las personas, simplemente comunicándose a diario, creaban palabras y olvidaban reglas, usaban lo que les era útil y apartaban lo que no les servía. Era luego, con los hechos consumados, que una Real Academia o lo que se encargara de esas cosas, levantaba acta, oficializaba y "autorizaba" lo que había.
... Y los estúpidos soberbios nos hemos empeñado en hacerlo al revés, porque nosotros sí sabemos, no como los habitantes de La Tierra desde que el mundo es mundo. Los listos decidimos qué lengua hablar y dónde, los listos corregimos esa eficacia y esa naturalidad y le añadimos dificultades a la pura comunicación, con criterios extraños y absurdos, pero modernos y dignos de nosotros (ahora debería añadir "y nosotras"). Desde 'arriba' se le dice a la gente cómo debe hablar, no como se hacía hasta que llegamos los elegidos.

La HISTORIA con mayúsculas aún nos preocupa menos, precisamente por eso, porque siempre fue importante. Por lo tanto, ahora, gracias a nosotros, NO DEBE SERLO.
Tiene verdadera importancia, eso sí, REcrearla, crear historiaS, incluso cuentos y leyendas.
Mitos los necesitamos todos, hay que renacer de la nada, ser algo, y nada mejor que un mito para hacer las cosas conforme a nuestra imaginación. La realidad se adaptará a nuestros deseos o no será real.

A ver, por qué íbamos a seguir juntos si eso es lo que hicieron aquellos pobres analfabetos anteriores a nosotros. Ellos se creían que les iba bien por estar unidos. Pero estaban lamentablemente equivocados también en eso. Las generaciones mejor preparadas de la Historia - porque son LAS DE AHORA y porque por  lo tanto NO son Historia - van a crear (estamos creando y seguiremos haciéndolo) nuevos paraísos, muchos. Pensar en un solo paraíso es ruin, más propio de nuestros padres y abuelos que de nosotros sus aventajados descendientes.

¡Ay!, las ideologías, las fes no católicas, los mundos maravillosos por venir... ¿Cómo pudieron aquellos inútiles perder aquella guerra?, ¿cómo pudieron aquellos energúmenos ganarla?. Suerte que estamos nosotros, aquí y ahora, para remediar tanta tiranía y tanta torpeza.
Algunos, pobres carcamales, nos quieren convencer a nosotros ¡a su edad! de que los equivocados somos los nuevos. ¿Cómo podría ser eso?. Eso es imposible y lo entiende cualquiera. Cualquiera de nosotros lo entiende.    

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